viernes, 18 de febrero de 2011

Espejos


Hace tiempo que no sé quién es la persona que habita al otro lado del espejo, me resulta una persona absolutamente desconocida, alguien a quien quizá vi por la calle o con quien crucé un par de frases no se sabe en qué lugar, puede que me suene de algo, pero desde luego he olvidado su nombre, si es que lo supe alguna vez, he olvidado de qué la conozco, dónde y cuándo la vi, qué hablé con ella, esa persona no significa nada para mi.
Eso me llena de perplejidad, porque estoy aquí, a este lado del espejo, y se supone que la persona del otro lado es simétrica, soy yo vista en sentido contrario, yo mirando hacia el norte y no hacia el sur, hacia el este y no hacia el oeste, o quizá al revés. ¿He cambiado tanto?

De Compañeras de viaje. Soledad Puértolas
Anagrama, 2010

2 comentarios:

  1. probablemente no ha cambiado tanto, siempre fue más de una, lo que ocurre es que con el paso del tiempo se ha impuesto la rebelde.

    ResponderEliminar
  2. Siempre somos mas de una aunque no nos demos cuenta.

    ResponderEliminar