martes, 12 de marzo de 2013

Yoko Ogawa


Mi hijo y yo le llamábamos profesor. Y el profesor llamaba a mi hijo "Root", porque su coronilla era tan plana como el signo de la raíz  cuadrada.
Comienza así La fórmula preferida del profesor de Yoko Ogawa, una novela llena de optimismo, amistad y pasión por las matemáticas.