martes, 23 de marzo de 2010

Sueño

Te llamé. Me llamaste.
Brotamos como ríos.
Alzáronse en el cielo
los nombres confundidos.
Te llamé. Me llamaste.
Brotamos como ríos.
Nuestros cuerpos quedaron
frente a frente, vacíos.
Te llamé. Me llamaste.
Brotamos como ríos.
En nuestros dos cuerpos,
¡qué inolvidable abismo!

(De Cuerpo perseguido)
Emilio Prados (1899-1962)

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