lunes, 10 de enero de 2011

Ira DeI


La Laguna 1750, un asesino aterrorizó la ciudad. Hoy vuelve a aparecer.

Ira DeI

Estimados amigos, de vuelta de las vacaciones me he encontrado estrenando un nuevo año, un montón de días para disfrutar de la lectura en compañía de ustedes. Espero que lo estén deseando tanto como yo. Y hablando de lectura, durante estos pocos días vacacionales cayó en mis manos la novela que parece estar de moda en esta Isla, me refiero a Ira DeI de Mariano Gambín. Sin entrar en calidades literarias he de contarles que la novela engancha, lo que ya es bastante. La ciudad de La Laguna más que el escenario donde se desarrolla una historia es una protagonista más de la propia historia que se nos cuenta, las calles, casas nobles, personajillos típicos, bares etc., todo aparece con la mayor naturalidad y nos hace casi protagonistas a los propios lectores que conocemos la ciudad, que paseamos por sus calles y parques, que entramos a los bares... Me ha encantado las referencias al Archivo Histórico Provincial y al documento misterioso que podemos encontrar en él. En definitiva, una novela que engancha desde el principio hasta el final, bien documentada y con algún que otro toque de humor, agradable de leer y muy recomendable para gente joven que se inicie en la lectura de novela policíaca.

martes, 14 de diciembre de 2010

Ajuste de cuentas

Mientras ellas lloraban y rogaban a la policía que no las sacaran de su casa, que les dieran tiempo para recoger sus cosas, porque la notificación del desahucio había desaparecido del buzón, él yacía muerto en un edificio de oficinas no muy lejos de allí. En aquel momento las dos mujeres sólo sabían que perderían su última posesión, todo lo demás estaba perdido ya. Lo que no podían imaginar era que un ajuste de cuentas había terminado con la vida de quien las había dejado sin dinero, sin trabajo, sin hogar y sin amor.

jueves, 9 de diciembre de 2010

Mario Vargas Llosa

Me gustaría que mi madre estuviera aquí, ella que solía emocionarse y llorar leyendo los poemas de Amado Nervo y de Pablo Neruda, y también el abuelo Pedro , de gran nariz y calva reluciente, que celebraba mis versos, y el tío Lucho que tanto me animó a volcarme en cuerpo y alma a escribir aunque la literatura, en aquel tiempo y lugar, alimentara tan mal a sus cultores. Toda la vida he tenido a mi lado gentes así, que me querían y alentaban, y me contagiaban su fe cuando dudaba. Gracias a ellos y, sin duda, también, a mi terquedad y algo de suerte, he podido dedicar buena parte de mi tiempo a esta pasión, vicio y maravilla que es escribir, crear una vida paralela donde refugiarnos contra la adversidad, que vuelve natural lo extraordinario y extraordinario lo natural, disipa el caos, embellece lo feo, eterniza el instante y torna la muerte un espectáculo pasajero. [...]
Discurso de Mario Vargas Llosa en la Academia Sueca

vargas_llosa-lecture_sp (2).pdf

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Mario Vargas Llosa

Aprendí a leer a los cinco años, en la clase del hermano Justiniano, en el Colegio de la Salle, en Cochabamba (Bolivia). Es la cosa más importante que me ha pasado en la vida. Casi setenta años después recuerdo con nitidez cómo es esa magia, traducir las palabras de los libros en imágenes, enriqueció mi vida, rompiendo las barreras del tiempo y del espacio y permitiéndome viajar con el capitán Nemo veinte mil leguas de viaje submarino, luchar junto a D'artagnan, Athos, Portos y Aramís contra las intrigas que amenazan a la Reina en los tiempos del sinuoso Richelieu, o arrastrarme por las entrañas de París, convertido en Jean Valjean, con el cuerpo inerte de Marius a cuestas.
La lectura convertía el sueño en vida y la vida en sueño y ponía al alcance del pedacito de hombre que era yo el universo de la literatura [...]
No era fácil escribir historias. Al volverse palabras, los proyectos se marchitaban en el papel y las ideas e imágenes desfallecían. ¿Cómo reanimarlos? Por fortuna, allí estaban los maestros para aprender de ellos y seguir su ejemplo. Flaubert me enseñó que el talento es una disciplina tenaz y una larga paciencia. Faulkner, que es la forma -la escritura y la estructura- lo que engrandece o empobrece los temas. Martorell, Cervantes, Dickens, Balzac, Tolstoi, Conrad, Thomas Mann, que el número y la ambición son tan importantes en una novela como la destreza estilística y la estrategia narrativa. Sartre, que las palabras son actos y que una novela, una obra de teatro, un ensayo, comprometidos con la actualidad y las mejores opciones, pueden cambiar el curso de la historia. Camus y Orwell, que una literatura desprovista de moral es inhumana y Malraux que el heroísmo y la épica cabían en la actualidad tanto como en el tiempo de los argonautas, la Odisea y la Ilíada. [...]
Discurso de Mario Vargas Llosa en la Academia Sueca
El País. com

jueves, 25 de noviembre de 2010

La lectura: un ejercicio para el ánimo



Desde esta página queremos felicitar a la Biblioteca de la Esperanza por el éxito que está obteniendo con la puesta en marcha del proyecto La lectura: un ejercicio para el ánimo. Con él pretende llevar un poco de ánimo a los usuarios del Centro de Salud de la localidad y de los Servicios Sociales del Ayuntamiento de El Rosario. Se trata de poner a disposición del público que acude a estos centros una colección de libros que pueden consultar en esos locales o llevárselos a casa y devolverlos cuando terminen de leerlos en los mismos centros o en la propia Biblioteca. En menos de un mes se han llevado en préstamo 80 libros , lo que nos resulta muy gratificante.

lunes, 15 de noviembre de 2010

Iugam y las casas abandonadas

Se divisaba a lo lejos, entre tanta vegetación. Debió ser muy hermosa. Había armonía en sus dimensiones y buen gusto en lo que se podía adivinar que fueron sus colores, las maderas de sus ventanas, su ubicación tan certera con vistas a ese mar escondido que descansa en la pequeña playa imposible, que sólo se ve cuando llegas allí.

Y esos senderos atrapados hoy por las plantas rebeldes e independientes, que puedo imaginar llenos de luz y colores de niños saltando y alborotando risueños.

¿Qué sensaciones se vivieron dentro de esos muros? ¿Qué placeres se sintieron? ¿Hubo amor, ternura, sueños? ¿Cuánto dolor, soledad, muerte?

Lecturas al atardecer, a la luz de los quinqués, sábanas limpias planchadas con olor a lavanda y el calor de otro cuerpo deseoso del tuyo: noches-refugio que compensan y justifican todo.

Casa, casas, casas con olores, con sonidos, con calor, con vida.

Ahora a merced del viento, convertida en paisaje, abandonada. ¿Seguirá en los recuerdos de alguna persona? Tal vez alguien a miles de kilómetros cuente a su nieto con añoranza: yo vivía en una casa cerca del mar …