Hay algunos días de verano estupendos. En ese instante de la mañana en el que uno se asoma por la ventana justo cuando han salido los primeros rayos de sol y se apagan las últimas estrellas en el cielo. Sabemos que el día será maravilloso y tenemos ganas de llenarnos los ojos de luz y color. ¡Qué maravilla!, ¡Qué hermosura para los sentidos y para el ánimo!
Siénteolo, vívelo y déjate inundar por el placer que provoca.
Siénteolo, vívelo y déjate inundar por el placer que provoca.
Si,sí,sí.
ResponderEliminarIsa, aver si me trasladas ese optimismo que ya empieza a hacerme falta; sobre todo por las mañanas...
ResponderEliminarTe lo traslado, porque lo que no se da se pierde jejejeje
ResponderEliminarIsa, mi verano/otoño estupendo, como debe ser, empezará realmente mañana tomorrow. Pronto estaré contándote mi periplo, como dios manda, frente a una ensalada caliente de langostinos y un solomillo convenientemente troceado. ¿Para qué necesitar más?
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