El
pintor había conseguido un lápiz de carpintero. Lo llevaba apoyado en
la oreja, como hacen los del oficio, listo para dibujar en cualquier
momento. Ese lápiz había pertenecido a Antonio Vidal, un carpintero que
había llamado a la huelga por las ocho horas y que con él escribía notas
para El Corsario, y que a su vez se lo había regalado a Pepe
Villaverde, un carpintero de ribera que tenía una hija que se llamaba
Mariquiña y otra Fraternidad [....]
355. MADRE DE LOS RÍOS
Hace 8 años